La ironía, el sarcasmo, las cargas lúdicas, la quietud de
muchos instantes en un mismo personaje, la inmisericordie
necesidad de la acción contenida, la pasiva mutilación de
miembros o la Fe en una mirada desviada son los ejes y una
constante en mi trabajo.
Pinto para mí, un cuadro debe afectarme si pretende ser visto.
Siempre que un cuadro tenga una buena dosis inquietante
podrá salir a la luz.
La presente muestra es una deuda conmigo mismo, acumulada
estos últimos años y que pretende ser el inicio de una retahíla
de funestas manifestaciones visuales y aquelarres en busca de
mi Jardín de las Delicias.

dibujos/ grabados/ pinturas

Luis Kimil Valle Sánchez