Migraciones
Adriana Albi Jacki Simsolo
No hay muros que los detengan
no hay redadas que los disuadan.
no hay redadas que los disuadan.
TAS significa trabajos Albi-Simsolo. Esto supone una producción conjunta. Trabajar con un otro implica renuncias y aceptaciones. Multiplicación y enriquecimiento.
Nuestros trabajos se corporizan a partir de objetos o materiales encontrados -artísticamente ambiguos- que han perdido su función original. A través del ensamblaje se transforman, migran hacia otra existencia, son recontextualizados.
Objetos encontrados generalmente en el campo, abandonados en esas tierras, realidades concretas que sin perder su memoria se convierten en ecos de nuestros universos.
Y en esos objetos ambiguos lo evidente se vuelve innovador, así el espectador descubre en los lugares comunes de nuestro entorno la armonía oculta o la belleza artística que puede haber en el mundo que habita. En definitiva es el espectador quien puede preguntarse si el objeto ambiguo tiene derecho a ser todavía y también arte.
Construimos con materiales sólidos, contundentes, durables. Ese es el lenguaje que manejamos y por el que somos manejadas, que nos representa.
La idea que hizo posible la concreción de esta muestra surge de la imagen del movimiento, las migraciones o desplazamientos en cualquier ámbito, sea interno o externo, espontáneo o forzado.
La migración es casi tan vieja como el mundo, sin embargo, hoy su presencia concreta se ha vuelto un tema ineludible y sus manifestaciones parecen haber traspasado todo límite imaginable.
El migrante habita en la frontera, el no lugar. Sujeto excéntrico que convive con todos aquellos que transitan los márgenes de la "normalidad". Sólo en la memoria queda marcada la huella; tejido de un lenguaje de lo que no se designa porque carece de palabras.
Si bien las razones de las migraciones cambian a través de los tiempos creemos que el deseo o la ilusión son estigmas inmemoriales.
El migrante tiene que inventar si quiere sobrevivir, inventar un espacio nuevo por completo sin relación alguna con el viejo espacio tontamente repartido. Tiene que crear para vivir, pues vive en la vecindad de la muerte. Es el heraldo de un espacio en otra parte.